HIPNOSIS DE LA CARRETERA
“Hipnosis de la carretera”.
¿Alguna vez en un trayecto, ya sea rutinario o no, has olvidado por los lugares que has conducido?
Si es así tranquilo, es algo más común de lo que crees.
Hipnosis de la carretera, también conocida como fiebre de la línea blanca, es un estado
mental en el que una persona puede conducir un camión u otro automóvil por largas distancias,
reaccionando a acontecimientos externos de la manera esperada y correcta sin el recuerdo de
haber hecho eso conscientemente. En este estado, la mente consciente del conductor está
aparentemente y totalmente enfocada en otra parte, con el procesamiento aparentemente directo
de las masas de información necesarias para conducir con seguridad. La hipnosis de carretera es
una manifestación del proceso común de la automaticidad, donde las mentes conscientes e
inconscientes son capaces de concentrarse en cosas diferentes.
El concepto de «hipnosis de carretera» fue descrito primero en un artículo del año 1921, que
mencionaba el fenómeno de » hipnotismo de carretera»: la conducción en estado de trance
mientras miras en un punto determinado. Un estudio de 1929, Durmiendo con los Ojos Abiertos
de Miles, también se ocupaba del tema, sugiriendo que era posible que los conductores se
quedasen dormidos con los ojos abiertos. La idea de que los accidentes de automóvil
incomprensibles podrían explicarse por este fenómeno se hizo popular en la década de
los 50. La hipnosis es un estado alterado de conciencia, algunos teóricos mantienen que
la consciencia puede desarrollar disociación hipnótica. En el ejemplo de la hipnosis de carretera,
una corriente de consciencia está conduciendo el coche mientras la otra corriente de consciencia
está ocupándose de otros asuntos. La amnesia incluso puede manifestarse para la consciencia
disociada que conducía el automóvil.
RECOMENDACIONES PARA EVITAR EL SÍNDROME:
- Mira a tu alrededor y no fijes la visión en un punto: Haciendo esto, estamos alertas de lo que sucede en el entorno y evitamos quedarnos somnolientos.
- Mantente hidratado: Beber agua es fundamental para evitar la fatiga, y por lo tanto, para conducir en plenas condiciones físicas.
- Haz una parada por cada dos horas de conducción: Hacer un viaje largo del tirón, es una idea muy peligrosa. Parar con relativa frecuencia nos ayudará a reponer fuerzas y a cortar un poco la rutina del recorrido.
- Fíjate en los estímulos del entorno (pero no demasiado): Fijándonos en los detalles de la vía y de los estímulos, nos estaremos asegurando de que estamos conduciendo de manera consciente. Eso sí, no te fijes demasiado, pues puede ser contraproducente.