Anticongelante o refrigerante?
Anticongelante para el coche: Lo que debes saber antes de cambiarlo.
El refrigerante es fundamental para el funcionamiento del motor. No solo se encarga de la refrigeración sino que cuando las temperaturas bajan, también ejerce una acción anticongelante. Además, previene las formaciones calcáreas y protege al motor de la corrosión. Normalmente el circuito del líquido refrigerante es hermético. Es poco común que se produzcan pérdidas, pero si su nivel baja demasiado, el motor pagará caro las consecuencias.
¿Cuál es la diferencia entre el refrigerante y el anticongelante?
El anticongelante es una propiedad del líquido refrigerante. La función del refrigerante es absorber el exceso de calor que se produce cuando el motor entra en funcionamiento. Manteniendo una temperatura media de 90 ºC. Este líquido está compuesto mayormente por agua destilada, por lo que si no tuviera el anticongelante, se solidificaría cuando las temperaturas bajan y no podría cumplir su cometido. Por tanto, el anticongelante para el coche no es más que un compuesto que se le añade al refrigerante para disminuir su punto de solidificación, de manera que siga cumpliendo su tarea a bajas temperaturas.
¿Cada cuánto tiempo se debe cambiar el líquido refrigerante?
Como media, el líquido refrigerante con glicol se debe cambiar cada dos años, o cada 40.000 kilómetros. El problema es que sus compuestos se van deteriorando, por lo que terminarás exponiendo el coche a un desgaste mayor que incluso puede terminar causando daños en el motor o el radiador.
Si el anticongelante para coche es orgánico puede durar mucho más, el doble de kilómetros e incluso puede resistir hasta cinco años. La clave radica en que los anticongelantes orgánicos, a diferencia de los inorgánicos, no utilizan los silicatos, que tienden a degradarse con el tiempo, sino que recurren a aditivos de protección más versátiles y duraderos. Además, al ser biodegradables dañan menos el medio ambiente. También suelen tener una temperatura de congelación más alta y protegen mejor contra la cavitación.
La importancia del color del líquido refrigerante.
El color llamativo del líquido refrigerante no define sus características técnicas ni sus propiedades. El tono “fosforescente” del líquido refrigerante tiene por misión facilitar la localización de posibles fugas. Es posible gracias al llamativo reguero que deja el líquido vertido. Por lo tanto, no debe preocupar que tras el cambio de refrigerante se pase de tener un líquido de color verde, antes del cambio, a uno de color rosa después. Cada fabricante de vehículos utiliza un color u otro según sus criterios para diferenciarse de otros fabricantes. De esta manera pretende evitar mezclar fluidos con distintas características.