Zona azul, verde, naranja y roja.

La zona azul, verde, naranja y roja. ¿En qué se diferencian?

Hoy en día es difícil aparcar en la calle de algún pueblo o ciudad sin tener que pagar por ello, sobre

todo por las calles más céntricas, además cada lugar tiene distintas normativas sobre los precios o

las horas en las que se puede o no aparcar. Si vamos de viaje conviene fijarse bien en las normas

de aparcamiento, la zona según los colores y las tarifas que tienen.

 

ZONA DE APARCAMIENTO
ZONA DE APARCAMIENTO

ZONA AZUL

Son únicamente para visitantes, y el tiempo límite varia en función de cada ciudad, aunque suele

ser 4 horas aproximadamente.

ZONA VERDE

Da prioridad a los residentes que no tienen límite temporal. En la mayoría de las ciudades pueden

aparcar los no residentes con restricciones horarias, por eso hay que fijarse pero suele ser de unas

2 horas aproximadamente. Por otro lado esta zona además de permitir menos tiempo también

suele ser más cara para los no residentes.

ZONA NARANJA

El límite horario varia en función de la ciudad, de hecho hay localidades en las que directamente no

permiten el estacionamiento a los no residentes.

ZONA ROJA

Es necesario que tanto residentes con tarjeta como el resto que no disponen de ella saquen tique

durante las horas que muestran los carteles situados en las inmediaciones de los aparcamientos.

Estas son las principales zonas de estacionamiento que suelen tener las ciudades establecidas

aunque también existen otras zonas especiales con características más estrictas. Están

controladas  por los parquímetros que mide el tiempo de estacionamiento de un vehículo en una

zona de la vía pública en que se debe pagar para aparcar y que cobra al usuario la cantidad debida.

 

PARQUÍMETRO
PARQUÍMETRO

¿Sabes quién fija el precio que pagas cuando aparcas?

Existen dos maneras de gestionar el estacionamiento regulado: en la primera opción es el propio

ayuntamiento el que las gestiona a través de la Policía Local; la segunda es otorgarle la concesión a

una empresa privada, algo que constituye la práctica más habitual en las ciudades españolas.

Al ser el Ayuntamiento el responsable de estas concesiones, también controla el precio final que

pagan los conductores por querer estacionar en estas zonas. Cada localidad regula los horarios y

días en los que se deben abonar las tarifas por estacionar en una zona regulada. De esta manera

podemos entender la gran oscilación de precios en las diferentes ciudades de nuestro país. El

tamaño de las ciudades, la demanda de estacionamiento y la contaminación de los vehículos son

algunos de los factores que influyen en el precio final.