Esta semana saltó la sorpresa en el panorama futbolístico mundial. La estrella del Real

Madrid, Cristiano Ronaldo, fichaba para las próximas cuatro temporadas por la Juventus, equipo

de referencia en la actualidad en Italia. Un fichaje que no sólo trae cola en el mundo del fútbol,

también en el automovilístico. Y es que la misma familia Agnelli poseedora de un 63 por ciento

de las acciones de la Juventus, los es además de un 29 por ciento de las de Fiat.

El precio que el equipo “bianconero” pagará por el crack portugués se cifra en 112 millones de

euros, siendo el mayor fichaje de la historia del “Calcio”, la liga de fútbol profesional en Italia.

Teniendo en cuenta los 30 millones euros netos que la Juventus pagará al jugador por cada

uno de sus cuatro años en Turín, sumados impuestos, el coste de la llegada de CR7 a Italia se

disparará, tranquilamente, hasta los 350 millones de euros como mínimo.

Por este motivo, los trabajadores y otros ex trabajadores recientemente despedidos ya se han

dejado ver y escuchar con pancartas en la fábrica de Pomigliano d’Arco del Grupo Fiat,

patrocinador además de la Juventus de Turín, por las condiciones de trabajo que han tenido y

que tienen que afrontar en la compañía.

Por su parte, el Sindicato de Trabajadores ha emitido un comunicado por el que califican de

“inaceptable” el pago de tanto dinero en el fútbol y, además, llaman a la huelga de trabajadores

en la planta de Melfi, en el sur de Italia, desde las 22:00 horas del próximo domingo 15 de julio

hasta las 06:00 horas del martes 17.

El comunicado emitido por el sindicato dice lo siguiente: “Es inaceptable que los trabajadores de

Fiat hagan enormes sacrificios económicos, mientras la compañía gasta millones de euros en un jugador

de fútbol. Ellos dicen a las familias que se aprieten el cinturón porque la situación no es buena y,

después, invierten un dineral en un jugador. ¿Es justo? ¿Es normal que una persona gane millones

mientras que miles de familias trabajadoras no llegan a fin de mes? Todos somos empleados y esta

diferencia de trato no puede continuar. Los trabajadores de Fiat, a cambio, sólo han recibido una vida

de miseria. La sociedad debería invertir en modelos de automóviles que garanticen el futuro de miles de

personas, en vez de enriquecer sólo a uno. Ese debería ser el propósito de quien prioriza los intereses de

sus empleados, pero ellos prefieren el mundo del fútbol”.

El mundo del fútbol es tan grande que llevará a la huelga a miles de trabajadores del sector de la automoción.